martes, 28 de enero de 2014

Descargar y actualizar iWorks gratis con OS X Mavericks



Desde la actualización del iMac a OS X Mavericks se supone que, para los nuevos compradores, el grupo iWork (con el procesador de textos Pages, la hoja de datos Numbers y el equivalente al Power Point, Keynote) iban a ser gratuitos. Si embargo el único programa que se me actualizó fue el que yo tenía y por el que había pagado, Keynote.

Han aparecido tutoriales en Internet para que los poseedores de un ordenador Apple antes de la aparición de Mavericks consiguiéramos actualizar gratuitamente iWork. En concreto, yo seguí este, de YouTube, que incluye el enlace para la descarga de una versión gratuita. En teoría, después de instalar esta versión de iWork, el usuario debía cambiar a inglés el idioma con el que trabaja habitualmente y entrar en el Apple store para que se actualizara.

Sin embargo todo este proceso no me ha sido necesario. Con fecha de hoy he instalado el programa al que hace referencia ese vídeo de YouTube, y al mirar en el Apple Store me ha dado la opción, directamente, de actualizarlo. Lo podéis comprobar en la siguiente captura de pantalla:


Comentadnos si a vosotros os resulta, por favor.

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miércoles, 22 de enero de 2014

La mujer del César, M.J. Mejuto


Cayo Julio César, Museo Romano de Mérida

Se ha hablado mucho estos sus últimos días sobre la plaza en propiedad que ha conseguido la ex-consejera de Sanidad y Dependencia de Extremadura, María Jesús Mejuto a través de unas oposiciones que convocó ella misma.

María Jesús Mejuto es cirujana, formada en Extremadura a pesar de su origen castellano leonés. Accedió a la consejería de sanidad y dependencia después de una corta carrera en la gestión hospitalaria en los hospitales de Mérida y Almendralejo. Sustituyó al frente de la consejería, la de mayor presupuesto de la comunidad, a Fernández Vara, presidente del gobierno  del que ella formó parte. No era miembro del partido socialista y su nombramiento se asoció en la calle a la necesidad de formar un gobierno paritario, más que a los méritos políticos o de gestión que hubiera demostrado.

Su acceso al cargo motivó la renuncia a participar en otro concurso-oposición al que se había presentado previamente. En el tribunal de la especialidad creo recordar que estaba el gerente del hospital de Mérida, valedor político de la Dra. Mejuto. Probablemente hubiese accedido a una plaza en propiedad en esa ocasión, puesto que en aquella época y en Extremadura, en las oposiciones prácticamente se convocaban tantas plazas como aspirantes había. 

Por tanto, en mi opinión formar parte del gobierno extremeño le supuso retrasar la obtención de la plaza.

He hecho oposiciones en tres comunidades autónomas. En casi todas las ocasiones hubiese acertado el 80% de los aspirantes que consiguieron finalmente la plaza. Que las oposiciones sean por comunidades autónomas o servicios de salud ha hecho que en la mayoría de las especialidades no se convoquen más de 8 a 15 plazas, y los aspirantes estén en una relación de máximo tres o cuatro a uno. Naturalmente con excepciones. En estas condiciones desplazadas, habitualmente, han terminado en manos de los más antiguos. Dicho de manera coloquial, la mayoría de la gente sabía cuál era su oposición y el cual no tenía opciones. Evidentemente, y con humor, cualquier profesional propietario considera que todas esas oposiciones estaban amañadas, excepto la propia.

Recuerdo las oposiciones en una de esas comunidades autónomas, en la que si salían seis plazas y había 40 candidatos, 6 personas sacaban un nueve mientras los demás se quedaban por debajo del seis. Exactamente lo que ha ocurrido en Extremadura, salvo que la única persona que ha quedado por encima del nueve es la ex consejera.


No seré yo quien diga que conocía las preguntas, pero esa sospecha la hemos tenido todos. El presidente del tribunal era el Jefe de Servicio actual de la unidad en la que ella realizó la formación especializada. Está por decidir si el jefe de servicio de un hospital es un cargo político o no. En teoría no, pero los que estamos dentro sabemos que en la mayoría de las comunidades autónomas, los jefes de servicio más recientes son extensiones de las Direcciones de los hospitales y, por ende, cargos políticos.

No seré yo quien diga que no está muchísimo más capacitada para el puesto que ha conseguido que el resto de candidatos. Ni seré quien afirme que los profesionales de la cirugía en Extremadura sean tan incapaces que la inmensa mayoría suspendan un examen. Pero ambas cosas me parecen altamente improbables.

Por tanto, este caso no es más que una demostración del funcionamiento habitual de la política española y de las oposiciones los servicios de salud. Resumiría el caso de la siguiente forma:
Ex-consejera que accedió al puesto sin experiencia política o gestora previa, renuncia a presentarse a unas oposiciones en las que probablemente hubiera obtenido plaza, para presentarse a otras en las que gana de manera inusualmente sospechosa.

Ya dice Plutarco en labios de Julio César "la mujer de César debe estar libre, no sólo de cualquier acto vergonzoso, sino incluso de cualquier sospecha de ello"

Hacia un descenso de los accidentes de tráfico aún mayor (y II)



Hablamos en una entrada anterior de la importante reducción de la siniestralidad en carreteras españolas. Las autoridades se curan en salud indicando que va a ser difícil reducir aún más estas cifras.

Tres factores influyen en los accidentes. La infraestructura (urbana y en carreteras), los vehículos (más nuevos, con más medidas de seguridad) y el conductor (bien formado, educado y cortés).

En cuanto a la infraestructura, no sólo es cuestión de carreteras constructivamente más seguras, ya que estas inversiones probablemente tarden unos años en recuperar el nivel mínimo de inversión como consecuencia de la crisis que, según el gobierno, ya estamos superando.

En ciudad es conveniente la protección del ciclista, en cualquiera de sus formas, así como del peatón. Según el RACE, el atropello tipo se produce mayoritariamente en entornos urbanos, durante las horas del crepúsculo y la noche, siendo las personas de mayor edad los que más vulnerabilidad presentan, y cruzando fuera de los pasos de peatones.

Es necesario iluminar correctamente las zonas de paso de cebra; favorecer la presencia de isletas de protección para los peatones; situar convenientemente los elementos que puedan dificultar la correcta visibilidad de los peatones, como contenedores de basura o estas vallas publicitarias tan bonitas y caras con las que los ayuntamientos pretenden ganar un dinerito, pero que se colocan sin ton
ni son siguiendo las preferencias de los anunciantes; instalar sistemas de reducción de velocidad alternativos a las bandas sonoras o policías tumbados que son muy baratas, pero odiadas por los conductores, (aumentan el consumo de los coches y por ende la contaminación, estropean los vehículos y provocan un mayor ruido en la ciudad), colocando otros obstáculos en las calles o isletas; así como fomentar y controlar las zonas 20 y 30.

Que los vehículos más nuevos son más seguros es evidente. Sin embargo se siguen viendo coches o motos que no cumplen las mínimas exigencias de seguridad, a pesar de la ITV. 

El uso de ABS en las motos será obligatorio dentro de un par de años. Evidentemente el casco en las motos debe llevarse en el 100% de las ocasiones. Más discutido lo es en las bicicletas, aunque parece que sí aumenta la seguridad. Además, es necesario añadir elementos que permitan la visibilidad de las bicicletas, en forma de reflectores en las ruedas, generalización de reflectores en la ropa y la iluminación adecuada en la zona delantera y trasera. En cuanto a los peatones, existen, con el mismo objetivo de aumentar la visibilidad para el resto de usuarios de las vías públicas, carteras con reflectantes para los niños cuando van al colegio.

Pero probablemente lo más importante sea el factor humano. Necesitamos conductores con más
educación, que paren en los pasos de cebra, que respeten los límites de velocidad, que sean conscientes de que son la parte más "fuerte" en el tráfico urbano. Que el pseudoanonimato que proporciona el coche no derive en la pérdida de las más elementales normas de cortesía o incluso directamente en brutalidad verbal o física.

El uso de la bicicleta se extiende y hace imprescindible contar con ellas como un miembro más del tráfico. Hasta ahora no hemos necesitado convivir con ellas, pero es importante respetar unas reglas por parte de ambos, conductores y ciclistas. Y lo mismo ocurre entre ciclistas y peatones: parafraseando a Plauto/Hobbes, el ciclista reivindicativo cuando va en su vehículo se convierte en un lobo para el peatón.

Y asi terminamos en el peatón, el eslabón más débil y que por ello debería respetar escrupulosamente las normas básicas del tráfico, por su propia seguridad. Como dice mi padre, nacido en una gran ciudad cuando el tráfico era casi inexistente, el hecho de que la gente cruce una calle por "cualquier sitio" es de pueblerino y cateto. Así que, cada vez que voy a Madrid, me fijo en esos que cruzan por medio de la Castellana, jugándose su vida y desgraciadamente la de los demás. "Catetos de ciudad", le digo siempre cuando se los señalo. Me impresiona el grado de cumplimiento de las normas en Alemania cuando bajo el semáforo de peatones colocan un recordatorio del tipo "sea un ejemplo para los niños". A lo mejor aquí serían necesarios esos cartelitos.

En conclusión, las autoridades pueden contribuir a mejorar la Seguridad Vial, pero es fundamental la educación. Educación vial en las escuelas... y EDUCACIÓN, sin más, sin adjetivos.

Aquí les dejo un vídeo interesante de la BBC, emitido en el programa Documentos TV bajo el título "guerra en las carreteras británicas" en Enero de 2014.



domingo, 12 de enero de 2014

La Medicina Basada en la Evidencia no da todas las respuestas.


Desde que Sackett definiera la Evidence Based Medecine, allá por los años 80 y 90, se ha asistido a una entusiasta adopción de esta filosofía para la toma de decisiones en medicina y cirugía. La Cochrane o las guías internacionales parecen facilitarnos mucho la toma de decisiones ante casos habituales en nuestra práctica clínica, además de desterrar atavismos establecidos por largos años de práctica médica, sin demostración científica clara.

Se han formulado críticas a esta forma de practicar la medicina, centradas fundamentalmente en su orientación al coste. En todo acto médico hay una persona o personas que toman la decisión, que en teoría son el paciente y/o sus familiares, aunque con frecuencia incorporan también al médico.

Pero en el sistema europeo de salud basado en un mecanismo de seguridad social común, costeado por todos, el pagador, en general el Estado, también influye en esta toma de decisiones. Por ejemplo, el Ministerio de Sanidad (en España los 17 mini-ministerios) decide si se debe introducir una determinada vacuna en el calendario. Su principal criterio, una vez establecida la utilidad de la misma, será económico: ¿sale más barata la vacuna o las consecuencias de la enfermedad que pretende prevenir?. La respuesta a la cuestión la da la evidencia científica, o en castellano más satisfactorio, las pruebas científicas.

En la práctica diaria, en un medio hospitalario como el nuestro y en una zona con población particularmente envejecida, la toma de decisiones difícilmente puede basarse exclusivamente en estos trabajos. La familia española, con diversos niveles de educación y una tradición claramente diferente de la anglosajona, no suele tomar decisiones basadas exclusivamente en estudios que generalmente provienen de esas regiones. El paciente acostumbra a acudir al médico en busca de consejo, no solamente de carácter científico, sino también personal. Deposita en el médico o cirujano una confianza que, por educación o por costumbre, va mucho más allá de la mera búsqueda de una decisión profesional bien fundada. La cultura norteamericana, por ejemplo, exige información exhaustiva, con pros y contras, y deja la decisión claramente en manos del paciente. En España en muchos casos la relación médico-paciente es mucho más paternalista; hablábamos hace poco de la inexacta información que el médico proporciona al paciente, muchas veces a petición de la familia. En España es frecuente que un paciente acuda al quirófano sin saber que se opera de un cáncer, y no de un "bulto", una "inflamación" o cualquiera de los eufemismos que normalmente usamos con el paciente.

Pero hay otros factores que nos impiden establecer el flujo habitual de «tomador de decisión-información-tratamiento». Intentaré ilustrarlo con un ejemplo: paciente que ha ingresado en un servicio de cirugía con una colecistitis aguda, grado II (moderada) que ha sido tratada médicamente con buena respuesta. Siguiendo la excelente actualización de las guías de Tokio de 2013, al paciente se le debe proponer una colecistectomía laparoscópica diferida.

Aplicación TG13 para AndroidAplicacion TG13 para iOS

Como es habitual en nuestro medio, el paciente acude a la consulta con su hija, que vive a 300 km de distancia y que acaba de recogerlo de la residencia. Como es lógico, la familiar tiene miedo de someter a una cirugía a un paciente mayor de 85 años, con síntomas iniciales de demencia y que se encuentra asintomático. El cirujano le explica que la mortalidad de esta cirugía es baja y que las guías internacionales recomiendan claramente la colecistectomía.

Probablemente en Estados Unidos la decisión quedaría en manos del paciente y/o su familia, pero en España la pregunta es a menudo: "¿usted qué haría?". Al cirujano le queda la actitud americana ("usted decide, tiene los datos"), pero normalmente explica a la familia que es posible que nunca se  vaya a repetir el proceso y que dada la situación clínica del paciente existe la opción de esperar, informando de los posibles riesgos; aunque esto no es lo que dicen los japoneses.

Con frecuencia tampoco esta información es suficiente y la hija remata con la temida pregunta, que a mí personalmente me da cierto yu-yu: "¿y si fuera su padre, usted qué haría, doctor?"

Por tanto la medicina basada en la evidencia o las pruebas no es la panacea. Cada vez se alzan más voces en contra de la Cochranización de la ciencia médica, incluso la del propio Sackett. Por suerte, añado yo.

Sigo viendo un poco de romanticismo en mi trabajo. Pese a las opiniones de algunos significados miembros de otras especialidades médicas, todavía disfruto sentado en mi silla o en la cama del paciente, "dedicando un tiempo generoso al contacto con él" y añadiendo un toque humano a lo que dicen los estudios, de los que intento mantenerme al día para tomar las mejores decisiones posibles. Medicina basada en el hombre.

Sackett DL, Rosenberg WM, Gray JA, Haynes RB, Richardson WS. Evidence based medicine: what it is and what it isn't. BMJ 1996;312(7023):71-2

miércoles, 8 de enero de 2014

El éxito del descenso de muertes en accidentes de tráfico





Empiezo el año después de la parada navideña con la intención de dar una visión más "positiva" en los temas de la bitácora. Y para ello nada mejor que empezar con un tema de salud pública que, nuevamente, ha dado unos resultados muy positivos. Porque creo que se puede considerar indudablemente positivo que se rebajen a un cuarto las cifras de la persistente sangría de vidas humanas, de familias rotas y de coste social que se producía en nuestras carreteras a finales del siglo XX, que tan lejano nos parece ya. Recordamos la celebración de la prensa española cuando el 1 de julio 2003 se produjo el primer día sin muertes en carretera desde 1995; en 2013 fueron en total 29 días, entre ellos el 31 de diciembre; y el 1 de enero de 2014 tampoco registró muertes, ambos días considerados desde siempre como de alto riesgo.

http://www.periodistadigital.com

La DGT hace un balance del año del que quiero sacar algunos datos que me parecen interesantes. 1128 muertos es el mínimo histórico; nunca antes desde que se registra la estadística se habían registrado tan pocos muertos. El máximo histórico corresponde a 1990 con casi 6000 fallecidos. Teniendo en cuenta las diferencias en cuanto a kilómetros recorridos y parque móvil, el descenso es casi espectacular.

Las carreteras convencionales autopistas concentran el 85% de los muertos y es llamativo que el 18% de los fallecidos en autovía son peatones. Las únicas cifras que aumentan en números absolutos son los motoristas, que siguen creciendo manteniendo la tendencia de los últimos años, y los peatones.

Resulta casi escandaloso que el 21% de las víctimas de accidentes en coche no llevaran el cinturón de seguridad y casi el 25% de los muertos en ciclomotor no llevaban casco. Y de juzgado de guardia que un cuarto de los niños muertos no llevaran ningún sistema de retención.


Siempre he pensado que uno de los principales responsables de este descenso fue Pere Navarro, el anterior director de la DGT y uno de los hombres más odiados de España. Él personaliza el propósito del gobierno de entonces de reducir las tasas de muertos que parecían haberse estabilizado en torno a los 4000 anuales. Diseñó, para ello, una serie de campañas que denominaron educativas, pero que todos consideramos en aquel momento recaudatorias. Campañas que buscaban generalizar el uso del cinturón de seguridad en todos los asientos, los sistemas de retención infantiles, el uso del casco en motos y cilomotores y, sobre todo y por encima de los demás, disminuir el consumo de alcohol y la velocidad excesiva en carretera. Sembró las carreteras españolas de policías y de los últimos adelantos en radares y sistemas de control, consiguiendo reducir la velocidad media en las carreteras y aumentar sus ingresos en medida similar, con el apoyo incondicional de las comunidades autónomas con transferencias de control de tráfico... y recaudación. Todo ello ha hecho bajar la velocidad media en las carreteras españolas, factor que parece estar en relación directa con la siniestralidad y la gravedad de los accidentes.

Cualquiera de nosotros ha podido observar cómo de unos años a esta parte se ha generalizado el uso de casco en las motos (la mayoría por convencimiento) y en los ciclomotores (la mayoría por miedo a las multas) sobre todo en el sur. Y se ha establecido la figura del "conductor que no bebe". Cambios que se pueden considerar sociales y muy interesantes de seguir.

Otros factores afectan a la siniestralidad: las carreteras, que han mejorado significativamente y que corren riesgo de recuperar su abandono de aquellas décadas como consecuencia de la crisis actual. Y otras infraestructuras, como los carriles bici, las líneas bici, la señalización vial, los pasos de cebra, la iluminación, etc. Pero no quiero alargarme; de todo ello escribiré en el siguiente artículo, con alguna reflexión de futuro.